En la historia hay muchos momentos claves en la evolución de la humanidad, momentos que nosotros recordamos porque han significado avances o retrocesos que se han causado por eventos sucedidos a lo largo de la historia, las guerras, los inventos , los acuerdos entre países, los eventos naturales etc; todos son recordados porque han sido relevantes en la historia de la humanidad, ahora bien les vamos a hablar de un evento que para muchos no es tan relevante pero a modo de reflexión y para nosotros si es importante, el momento del que queremos hablar son los inicios de la nueva era en la seguridad de los espacios públicos y privados, los inicios de los sistemas de vigilancia electrónica.
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Como todos nosotros lo sabemos en el mundo y más que todo en los países industrializados el avance de la tecnología es notorio y avanza a pasos gigantes, en el aspecto de la seguridad lo avances también has sido significativos ya que el avance en cuestiones de seguridad ha dado pasos importantes tanto que la seguridad de las empresas ya no solamente se hacer por medio de vigilantes en diferentes puntos estratégicos sino que las empresas han tenido que modificar sus estructuras y adaptar nuevos elementos como los dispositivos de vigilancia electrónica, pero no se asusten los profesionales de la vigilancia ya que al ver estos avances se creería que las empresas de vigilancia está reemplazando la mano de obra humana por las maquinas, lo que no es en realidad cierto ya que este tipo de sistemas deben ser operados por el hombre lo que asegura trabajo al personal por mucho más tiempo.
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Por más increíble que parezca es simplemente la verdad, la presencia de policía en las calles de Taipéi es mínima, y con un ritmo de diez millones de turistas que visitan anualmente la isla, que se suman a los tres millones de personas que la habitan es incluso más desconcertante concebir esta realidad. En la capital de Taiwán la vigilancia está a cargo de más de 14.000 cámaras de seguridad que se monitorean desde 94 estaciones de control. Un número que dobla al de uniformados significativamente ya que la capital cuenta con unos 7.500 policías, quienes se desplazan en lugares claves pero no cumplen el papel de vigilantes opresores que tienen que prevenir delitos o conductas inapropiadas, algo a lo que estamos acostumbrados en Suramérica.
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